Para esta presentación en Hidrante, La Trinchera retoma y adapta CRUDAS como una performance fotográfica escénica. CRUDAS es un manifiesto de teatro-danza concebido como una partitura maleable que puede ser ejercitada y adaptada a diferentes espacios. Cada montaje tiene una duración versátil según las condiciones y contextos del espacio-evento. Para este montaje, La Trinchera rechaza la noción convencional de la documentación fotográfica en la performance como registro de un evento presenciado por un público, abordando la imagen fija como un microcosmo de una estética escénica y narrativa más amplia.

En CRUDAS: décima, tres cuerpos femeninos se revelan atrapados, confinados o atados por cinta adhesiva y plástico en diferentes espacios dentro del área escénica designada. La cinta adhesiva y el plástico sirven como protagonistas visuales, sirviendo como símbolos y elementos de la realidad alternativa propuesta. La narrativa de esta presentación se aproxima vagamente a la seducción de las sirenas, que, inicialmente en la antigüedad clásica, se representaban como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave que habitaban en islas rocosas. A partir de la Edad Media, adoptaron una apariencia de pez: hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas que habitaban en las profundidades.

En inglés, las mermaids suelen ser seres hermosos con características mágicas y benévolas (por ejemplo, en la película de Disney "The Little Mermaid"). La sirena, por otro lado, suele tener una connotación negativa: representa a un ser peligroso y seductor que atrae a los marineros hacia las rocas o aguas peligrosas con su canto, con la intención de hacerles daño. En CRUDAS, los sujetos luchan por liberarse de un cautiverio particular, solo para embarcarse en una búsqueda de dominio y control que se ve interrumpida por la procrastinación deliberada, la seducción y el rito. Decidida a adherirse a los principios de su estética, La Trinchera desarrolla una fórmula de composición que da como resultado una partitura maleable adaptable a varios entornos, con CRUDAS emergiendo como una pieza siempre cambiante pero "finita", una declaración bailada de finalización en crudeza.

La Trinchera (est. 2015) es un colectivo de danza contemporánea compuesto por tres artistas puertorriqueñas: Beatriz Irizarry, Cristina Lugo y Marili Pizarro, que trabajan desde una autonomía performática que se adapta o condiciona al espacio. Sus comienzos en el 2015 se dieron desde la colaboración y una relación entre amigas en la danza, que se conocían desde que eran parte de Hincapié, colectivo de danza dirigido por Petra Bravo. Sus presentaciones recientes incluyen Con Vista al Mar, 2025 (ENSAYOS EN LA NATURALEZA del programa ArteYunque, El Yunque), Antro Lux, 2024 (Teatro Victoria Espinosa), Pataki 1921, 2023 (en colaboración con Ulrik López, Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, Bienal de Sharjah), Anoxia, 2022 (colaboración con Joaquín Octavio, MAC en el Barrio) y Nivel Freático, 2022 (Beta-Local).